Sin embargo, antes de salir no comprobó las pastillas de freno. Aunque no lo haya notado en las secciones en plano, ahora se da cuenta de que están desgastadas, justo cuando más las necesita. Es una situación en la que están en juego sus vacaciones... y que puede tener consecuencias más allá de estas. Así pues, la razón principal para revisar su bicicleta es su salud y su bienestar.
Pero hay muchas más razones para tener una lista de comprobación. Seguro que no quiere tener un pinchazo en el medio de una carretera andaluza, bajo un sol infernal, simplemente porque olvidó mirar la presión. Ni le apetecerá tener que subir el Tourmalet a pie, viendo cómo sus compañeros desaparecen en la distancia, porque creyó que le valdría un plato doble estándar. Ni bajar un camino rocoso con la bicicleta de montaña a cuestas porque la cadena ya tenía demasiados kilómetros. Lo cierto es que estas situaciones podrían arruinarle el día, o peor, las vacaciones.